
Esta aventura supone la despedida de Brosnan de la saga, que resultó ser para mí la mejor despedida que se le podía dar.
Tras una aventura anterior flojísima, aqui se opta por hacer justo lo contrario, abajo la credibilidad y viva lo fantástico.
Y desde luego, aciertan.
Vale que mole poder creerte una película, pero hay películas que puedes no creértelas y que están hechas deliberaadamente así pues es lo que te acabas esperando: ver explosiones y escenas de acción totales, una banda sonora que te pegue al asiento y una trama que encima se permite el lujo de añadir bandazos inesperados, que enriquecen aún más la trama, empezando por el inicio mismo, espectacular y de los mejores prólogos de Bond y la recta final, también espectacular.
El ritmo es constante, frenético y te deja con muy poco aliento.
La canción, de Madonna, a la altura de la primera de Brosnan: realmente espléndida y muy acorde con el filme.
Las chicas, tanto Berry como Pike, son las mejores de las cintas capitaneadas por Brosnan.
Los malos son de los mejores y recuperan la esencia del Bond de Connery, dominar el mundo o cometer algo importante para su posterior dominación.
Y desde luego Brosnan está inmejorable, manteniendo su gran nivel de Bond en todas sus películas Bond, aunque aquí llevándolo incluso a un nivel más violento, más de Flemming.
Para mí una de las muy mejores películas Bond, la quinta quizás, la más descerebrada y de las más entretenidas. Excelente despedida Brosnan, gracias y hasta siempre.
DIRECTOR Lee Tamahori
GUIÓN Neal Purvis & Robert Wade (Personaje: Ian Fleming)
MÚSICA David Arnold
FOTOGRAFÍA David Tattersall
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