Como
resultado de un accidente de parapente que le ha dejado tetrapléjico, Philippe,
un rico aristócrata, contrata como cuidador a domicilio a Driss, un inmigrante
de un barrio marginal recién salido de la cárcel. En una palabra, la persona
menos indicada para el puesto. No obstante, entre los dos, acaban logrando que
convivan Vivaldi y Earth Wind and Fire, la elocuencia y la hilaridad, los
trajes de etiqueta y las medias del chándal. Dos mundos enfrentados que, poco a
poco, congenian hasta forjar una amistad tan disparatada, divertida y sólida
como inesperada, una relación única en su especie de la que salen chispas
transformándoles en... "Intocables".
El
argumento está basado en una historia real que los directores vieron en un
documental en el año 2004. Fue en Francia un extraordinario éxito de público,
estando 10 semanas consecutivas como nº1 de taquilla, con más de 18 millones de
espectadores. Como resultado es uno de los films más taquilleros de la historia
de Francia.
El ritmo de gracias o chistes no decae en casi ningún momento de
la película, ni en cantidad, ni, por supuesto, en calidad. Aunque no hay que
olvidar el lado más dramático de la película, también muy bien conseguido, que
acompaña al lado humorístico complementándose en todo momento.
Es decir, las dos vertientes van siempre de la mano y en cada momento humorístico palpamos el dramatismo, y viceversa.
Es decir, las dos vertientes van siempre de la mano y en cada momento humorístico palpamos el dramatismo, y viceversa.
Es de elogiar tanto el gran trabajo de Omar Sy como el de François
Cluzet, que interpretando a personajes con tanta personalidad, es fácil caer en
las individualidades y que cada uno actúe centrado en sí mismo. Pero en cambio,
lo que vemos es a dos actores que, genuinamente, congenian a la perfección
creando un realismo que se hace agradecer.
En particular, Omar Sy clava cada expresión facial y François
Cluzet más que interpretar las escenas, las vive y experimenta.
Hablamos de una película con escenas de gran calibre; algunas de
ellas sutiles, como las imágenes del extrarradio de donde procede Driss, donde
un simple plano es suficiente para reflejar el contraste entre el lujo y los
suburbios; y otras (como la escena del baile de Eart,Wind&Fire, no voy a
desvelar nada más) donde la dicción de la elegancia con la jerga callejera
queda muy bien implícita dentro de la escena.
En resolución, una gran película que nos habla de la amistad. Pero de una amistad demencial de dos polos opuestos que gracias a su energía, comicidad y complicidad los hace intocables.
En resolución, una gran película que nos habla de la amistad. Pero de una amistad demencial de dos polos opuestos que gracias a su energía, comicidad y complicidad los hace intocables.
2011: Festival de San Sebastián: Sección oficial no competitiva - Clausura
2011: Festival de Tokyo: Mejor película, mejor actor (François Cluzet & Omar Sy)DIRECTOR Olivier Nakache, Eric Toledano
GUIÓN Olivier Nakache, Eric Toledano
MÚSICA Ludovico Einaudi
FOTOGRAFÍA Mathieu Vadepied
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